El tratamiento del dolor es un tema al cual la tecnología le otorga gran importancia, ya que gracias a este mecanismo de protección el cuerpo puede dar alarma cuando algo anda mal, de esta manera se previenen accidentes que pueden costar la vida.
Un caso muy particular fue el protagonista del un descubrimiento que puso en jaque a la tecnología y motivó una investigación que dio como resultado el descubrimiento del gen del dolor, una mutación que daría como resultado dejar de padecer este malestar sería la causa de este hecho.
El estudio comenzó con un niño fakir, que actuaba en las calles pisando carbones calientes y pinchándose con cuchillos, esto lo llevó muchas veces a distintos hospitales, ya que si bien tiene sensibilidad al tacto y la temperatura, no experimenta dolor.
Este pequeño proveniente del norte de Pakistán murió a los 14 anos al saltar desde el techo de una casa. La investigación cobra real importancia cuando se investigaron a distintas familias, todas procedentes del mismo lugar y se encontraron otros tres casos que sufrían la misma condición.
En todos los casos se repetía el mismo patrón, menores de 15 anos que no han sentido nunca dolor por lo que tiene cicatrices y lesiones óseas que se han hecho sin notarlo, además presentan una mutación en el gen SCN9A, que se expresa en las células nerviosas. Este gen codifica el canal de sodio Navi.7 de estas células impidiendo el paso de carga eléctrica, provocando no sentir dolor.
Esto muestra la importancia que tiene el dolor en nuestra vida. Una alarma que nos permite sobrevivir evitando dañarnos. Por otro lado ayuda a la ciencia a crear analgésicos más específicos y con menos efectos secundarios.
Un caso muy particular fue el protagonista del un descubrimiento que puso en jaque a la tecnología y motivó una investigación que dio como resultado el descubrimiento del gen del dolor, una mutación que daría como resultado dejar de padecer este malestar sería la causa de este hecho.
El estudio comenzó con un niño fakir, que actuaba en las calles pisando carbones calientes y pinchándose con cuchillos, esto lo llevó muchas veces a distintos hospitales, ya que si bien tiene sensibilidad al tacto y la temperatura, no experimenta dolor.
Este pequeño proveniente del norte de Pakistán murió a los 14 anos al saltar desde el techo de una casa. La investigación cobra real importancia cuando se investigaron a distintas familias, todas procedentes del mismo lugar y se encontraron otros tres casos que sufrían la misma condición.
En todos los casos se repetía el mismo patrón, menores de 15 anos que no han sentido nunca dolor por lo que tiene cicatrices y lesiones óseas que se han hecho sin notarlo, además presentan una mutación en el gen SCN9A, que se expresa en las células nerviosas. Este gen codifica el canal de sodio Navi.7 de estas células impidiendo el paso de carga eléctrica, provocando no sentir dolor.
Esto muestra la importancia que tiene el dolor en nuestra vida. Una alarma que nos permite sobrevivir evitando dañarnos. Por otro lado ayuda a la ciencia a crear analgésicos más específicos y con menos efectos secundarios.
María Paz Wagner.
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